El Cristo del Sagrado Corazón es una escultura religiosa, de una antigüedad de más de un siglo, ubicada en la plaza de Villa El Andén de San Bernardo, Región Metropolitana de Santiago, Chile.
La imagen en pleno tratamiento anticorrosivo del fierro fundido |
Es un Cristo resucitado, de suave
semblante y brazos extendidos en ademan de abrazo a la humanidad. Viste una
túnica blanca y un manto rojo. En su pecho el icónico corazón escarlata,
rodeado de espinas y circundado por destellos dorados. Sus manos y pies muestran
las heridas de la cruz. Se encuentra parado sobre una esfera celeste rodeada de
nubes. En su base hay un cáliz, tras el cual se cruzan instrumentos de
tormento: una corona de espinas, unas varas y un látigo.
La escultura data de 1888 y
proviene de Francia. Esta hecha en fierro fundido, mide un poco más de dos
metros y posee un considerable peso.
Su historia
La obra proviene de la fundición Capitan Salin del poblado de Dammarie-sur-Saulx en el departamento de Meuse (Mosa en español), en el distrito de Bar-le-Duc, región de Lorena, Francia.
La zona es cercana a la frontera
con Suiza. En la época es uno de los territorios por donde se había extendido
la Congregación del Santísimo Redentor, fundada en el reino de Nápoles en 1732,
por San Alfonso María de Ligorio.
El padre francés Passerat,
discípulo de San Alfonso, extendió la congregación en esta región y por toda Francia.
Llegada a Chile:
La escultura con seguridad llego a Chile entre 1888 (fecha de su creación) y los primeros años del siglo XX. Aunque se desconoce el año exacto, lo más probable es que fue al construirse el templo de San Bernardo (entre 1900 y 1902). También pudo llegar al templo de Santiago algunos años antes, y luego ser trasladada a San Bernardo.
El presbítero Pedro Merges, es el
fundador en Chile de la congregación redentorista, inaugurando el primer templo
en Santiago en 1876. Mergues junto a otros dos frailes antes de embarcarse
hacia Sudamérica, realizaban su misión en la misma región de Lorena, Francia.
La relación de estos frailes con
aquella región, hace pensar que la escultura pudo ser encargada por ellos a
Francia durante estos años (desde 1888 en adelante).
Su traslado, según lo usual en la
época, debió realizarse en barco desde algún puerto del Mediterráneo, hasta
Valparaíso. Desde ahí en tren a Santiago y luego otro tren a San Bernardo,
desde donde con seguridad fue montado en alguna carreta tirada por varios
bueyes.
Las toneladas de su peso,
debieron hacer muy difícil las faenas de carga y el trayecto, presumiblemente
desde la estación San Bernardo, por las actuales calles Covadonga y luego
Eyzaguirre. Por entonces, las únicas arterias medianamente empedradas en
algunos tramos. Hay que considerar que
para 1900, ni las calles San José, ni San Alfonso, existen aún como tales. Esta
última es un callejón que rodea terrenos del fundo Los Nogales y comienza a
configurarse recién tras la construcción del templo redentorista.
Similar recorrido, hicieron los materiales para la
construcción del templo Al igual que sus ornamentos. El altar, los vidrios de
las ventanas traídos desde la ciudad de Reims.
Algunos vecinos señalan la
existencia de una foto en sepia, de la cual aún no hay rastro, que registra el
momento cuando algunos fieles ayudan a cargar la escultura a su llegada al
seminario.
Emplazamiento en Seminario Redentorista:
La imagen perteneció al Seminario
Redentorista de San Bernardo desde su creación.
Estaba ubicada en el patio
interior del antiguo inmueble al centro de su jardín interior. Allí, rodeada de
corredores, al centro del jardín y entre dos grandes pinos; la figura estaba
emplazada sobre un pedestal rectangular de concreto con una placa.
Emplazamiento en Villa El Andén:
Hacia 1973, se comienza a poblar la Villa
El andén, constituida por familias de ferroviarios, destinándose un terreno
para una plaza, en lo que había sido el patio del seminario. La imagen es dejada allí sin su pedestal, quedando instala en un sector lateral de la futura plaza.
A principios de la década 80, la
plaza adquiere su fisonomía definitiva con césped y arboles más crecidos. La
imagen es trasladada a un área más al centro, bajo la sombra de un par de pimientos.
El terremoto de 1985 la derriba
de bruces y los vecinos intentan infructuosamente levantarla. Una horquilla
eléctrica se rompe también en el intento. Finalmente es puesta de pie, con
ayuda de una grúa.
Al ser demolida la parroquia ese miso año, por irracionales razones políticas, la congregación debió abandonar la ciudad de San Bernardo, dejando el Cristo al cuidado de la Cooperativa de propietarios de Villa El Andén. Desde entonces permanece protegida y cuidada por los vecinos y devotos que oran frente a ella y le ponen flores.
Restauración:
revisando la imagen antes de la restauración |
En 2019 gracias al aporte de un privado, fue restaurada y pintada nuevamente. La restauración fue realizada por el artista sanbernardino Mario Celis, quien con la asesoría del museologo Patricio Criado y el apoyo de Guillérmo Osses de la Asociación de propietarios de Villa El Andén, definieron un tratamiento especial, para remover las varias capas de pintura acumuladas durante casi 30 años, ademas de su sellado, un tratamiento con líquidos anticorrosivos, antioxidos y su acabado con esmaltes durables, en los colores de una de las imágenes originales del siglo XVII.
Osses, Criado y Celis planificando la restauración en terreno |
Debido a su altísimo peso, la imagen no puedo ser llevada a un lugar para trabajarla, y debió ser intervenida in situ en la plaza de El Andén. El apoyo de los vecinos fue crucial para el desarrollo del trabajo.
Terminado con colores |
El "Cristo", algunos de los ornamentos de la iglesia y otros elementos como los vitrales, los moldes de yeso, la hojalatería del techo, el hierro forjado y por supuesto el Reloj y las Campanas, seguro fueron importados de Francia o de algún otro lugar de Europa. Pero los áridos y otras materias primas se extrajeron de las cercanías del Valle del Maipo.
ResponderEliminarAfirmaba uno de los sacerdotes del Seminario que los ladrillos de la iglesia se cocieron en el mismo lugar (in situ), exactamente en el espacio que ahora ocupa el “Salón”. ¡De hecho, se podría hacer una prospección arqueológica del subsuelo tomando pequeñas muestras bajo los cimientos, a ver si se encuentran las cenizas del horno de cocción!
ResponderEliminarInteresantes datos, sobretodo el último, que despejaria las dudas sobre si el salón es anterior al templo. Según esto el salón sería posterior, construido junto al edificio del seminario.
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